martes, 13 de septiembre de 2016

EL MUNDO DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. EL NOVECENTISMO.


                      La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso un enorme sacrificio humano (murieron ocho millones y medio de personas) y dejó extenuados a los países contendientes. Tras la guerra, Europa se hundió en la depresión económica, lo que propició en los años veinte la aparición del fascismo italiano y de otros regímenes autoritarios por el viejo continente. Poco antes, en 1917, un acontecimiento había conmovido al mundo: la revolución comunista de Rusia. En el resto de los países europeos, los bajos salarios y el gran número de parados favorecieron el desarrollo de los sindicatos y partidos obreros, que exigían a los gobiernos reformas sociales. 

Durante la Primera Guerra Mundial, España se mantuvo neutral. Como consecuencia de ello, se produjo un auge de las exportaciones y se obtuvieron importantes beneficios empresariales. Sin embargo, la mayoría de la población se empobreció, ya que el fuerte incremento de los precios no fue compensado con subidas de salarios. Todo ello desembocó en la huelga general de 1917, que fue reprimida por el Ejército. El fin de la guerra trajo consigo la recesión económica; el paro y los bajos salarios acentuaron el malestar. A la tensión social se sumó la guerra de Marruecos, donde el Ejército español sufrió importantísimas derrotas. La Monarquía y el Ejército intentaron buscar una salida a la crisis política con el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923 y la dictadura militar. Pero los problemas no se solucionaron y, tras unas elecciones, el 14 de abril de 1931 se proclamó la República. 

El Novecentismo 
              
 Se denomina Novecentismo al movimiento cultural de la segunda década española del siglo XX, que, tomando el nombre del nuevo siglo, se opone al arte del ochocientos. En la literatura se tienen por decimonónicos no solo el Romanticismo y el Realismo, sino también el Modernismo y la Generación de 1898. La fecha de 1914, comienzo de la Primera Guerra Mundial, se ha considerado como el final político y social del siglo XIX; por eso, al Novecentismo se le ha denominado también Generación de 1914. 

Los escritores novecentistas son prestigiosos profesionales (filósofos, científicos, filólogos, juristas...) con una sólida formación universitaria; muchos de ellos han estudiado en el extranjero. Estos orígenes intelectuales explican muchas de sus características: 
  • . Racionalismo: defienden el rigor intelectual, el análisis frío y objetivo de las circunstancias y la claridad expositiva. 
  • Antirromanticimo: rechazan lo sentimental y lo pasional; prefieren las actitudes equilibradas y serenas y la expresión intelectualizada de las emociones. 
  • . Defensa del arte puro: el arte tiene que limitarse a proporcionar placer estético y no debe ser vehículo de preocupaciones religiosas o políticas ni de emociones personales. El arte no se concibe ya como expresión de la vida, sino como algo autónomo de la vida. El arte se convierte a veces en un mero juego intelectual que raya en la frivolidad. 
  • Aristocratismo intelectual: los textos de estos autores se dirigen a entendidos. Por ello, la literatura se escribe para minorías selectas. 
  • . Estilo cuidado: el ideal de la obra bien hecha lleva a cuidar en detalle la estructura de las obras y a emplear un estilo pulcro y depurado.

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