El
Barroco surge en España en 1564 cuando,
al final del Concilio de Trento, Felipe II convierte los edictos en leyes del
reino; lo que propone, por tanto, es que el Renacimiento concluye tras la
abdicación de Carlos V y en 1556 se puede dar ya por finalizada esta corriente.
Sin embargo, queremos remarcar que, aunque son fechas señalables, nunca pueden
considerarse un freno para el desarrollo de esta historia literaria.
El paso del Renacimiento al Barroco se
produce sin brusquedad ya que se entiende como una superación de las formas
anteriores y una adaptación de las mismas. Un ejemplo de ello es que en el
S.XVI uno de los géneros con mayor acogida es el de los libros de caballerías,
cuyos orígenes son típicos de la Edad Media, aunque se esplendor se dará en el
siglo mencionado. Lo mismo sucede con la novela picaresca, que proviene de
modelos ya utilizados en la Antigüedad clásica y que se consolidará como género
propio del Barroco español.

Los autores españoles barrocos eran conscientes
de estar viviendo una Edad de Oro literaria, relacionada con la hegemonía
política y militar. Y, aunque fueran los Ilustrados del S.XVIII los primeros
que utilizaron el concepto “Siglo de Oro” para identificar a los autores del
S.XVI, y lo hacen en oposición al S.XVII ya que, de esta última etapa salvan a
muy pocos autores porque creían que estaban contaminados de culteranismo y sólo
salvan a aquellos que llevaban una marca clara del clasicismo. Por otro lado,
esta terminología, también es un concepto que utiliza la Historiografía actual,
aunque sea para denominar como “Siglos de Oro” a los siglos XVI- XVII. En la
Literatura Española.
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