domingo, 22 de mayo de 2016

LA REINTERPRETACIÓN DE LOS MITOS CLÁSICOS POR EL SIMBOLISMO

A lo largo de la Historia de la Literatura, se han tomado los mitos como fuente de inspiración y como motivo de continuas reinterpretaciones que han dado lugar a interesantes variantes.
Si atendemos más detenidamente a el por qué se toman los mitos como punto de partida en las obras  literarias, atenderemos, primeramente, a que sirven para describir hechos históricos. Por otro lado, se toman como símbolos de verdades filosóficas; y, por otro, sirven para explicar procesos naturales para los que resultan recurrentes.

1.         Interpretación de sucesos históricos.
Esta reinterpretación comenzó ya en la misma Grecia con el autor Evémero, quien se sirvió del mito para explicar que todo lo que éstos narraban no eran sino hechos históricos que necesitaban ser ensalzados y contados a la población.
En relación al tema histórico también se puede relacionar con la reinterpretación cristiana en donde relacionan a las divinidades clásicas con demonios que poblaron la tierra antes de la llegada de Jesucristo. Esta idea aparece reflejada en el Paraíso recobrado de Milton.
También se asegura que los mitos relacionados con los grandes héroes son en realidad acontecimientos bélicos que sucedieron entre clanes de la época de las grandes migraciones o que, por otro lado, hacen referencia a revoluciones religiosas.

2.         Símbolos de verdades filosóficas.
Esta idea sobre la mitología clásica apareció en Europa en el S.XIX en Alemania con una obra de Georg Friedrich Creuzer titulada El simbolismo y la mitología de los pueblos antiguos, aunque sería en Francia donde alcanzaría una mayor repercusión, con ejemplos como El politeísmo helénico de Louis Ménard.

Por otro lado, también se relacionan con los símbolos que se relacionan con los procesos de los sentimientos y del alma humana. Max Müller tomó para ello la teoría solar en la que describía que los dioses se relacionan con los doce signos del Zodíaco por los que pasa el sol. Sin embargo, en la actualidad está en desuso.

3.         Explicación de procesos naturales.
Esta reinterpretación suele relacionar los procesos humanos, animales y vegetales de reproducción con la mentalidad de las sociedades primitivas. Este grupo lo conforman un extenso número de mitos que vemos reflejados en la obra de Sir James George Frazer La rama dorada.

4.         Explicación de procesos psicológicos.
En este grupo está la reinterpretación que proponen los Psicoanalistas, encabezados por Freud, quien toma de la mitología para expresar actitudes y procesos psicológicos permanentes en el ser humano. Por ello hablará del “Complejo de Edipo” y del “Complejo de Electra” y acuñará el término “narcisismo” relacionado con el personaje mitológico de Narciso.
Otro psicoanalista clave será Jung, quien considera que los mitos representan símbolos de los deseos y pasiones que toda la humanidad siente, pero no reconoce.

5.         Reinterpretación literaria.
Son numerosos los autores que han reinterpretado los mitos de forma literaria, produciendo así un elevado número de obras ambientadas en un marco moderno, pero con las mismas tramas y conflictos de la Antigüedad clásica. Al igual que los autores clásicos, los toman como instrumento para poner de manifiesto problemas de índole moral y política que resultarían más complicados tratar directamente.



El iniciador de esta corriente fue el francés André Gide con obras como Filoctetes o Prometeo mal encadenado. En Alemania también se escribieron dramas de esta temática con anterioridad a la Primera Guerra Mundial con ejemplos como Electra de  Hugo von Hofmannsthal, Las troyanas de Franz Werfel o Antígona de Walter Hasenclever.
Sin embargo, esta reinterpretación no sólo se dio en Europa, sino que también tuvo una gran repercusión en Estados Unidos con obras como El luto le está bien a Electra de Eugene O´Neill o Medea de Robinson Jeffers.
Por otro lado, encontramos reinterpretaciones que versan sobre historias de héroes malditos  como la historia de Ícaro que nos presenta Lauro de Bosis; O el Sísifo de Albert Camus. No hay héroes malditos que se precien como Prometeo y Epimeteo, mito que reelaboró Carl Spitteler. Este mismo autor, publicó varios años después un relato titulado Primavera olímpica que cuenta la dinastía de los dioses griegos hasta que acaba cayendo el Imperio de Zeus.
Son muchas, como ya hemos mencionado, las obras que reinterpretan los mitos griegos en la Literatura más reciente como Las moscas de Sartre, Antígona de Jean Cocteau o No habrá guerra de Troya de Jean Giraudoux, entre otros. Ante esta situación debemos preguntarnos el por qué la recurrencia a los mitos clásicos en este momento. Highet nos propone varias razones que nos parece interesantes mencionar:
1.     Se buscan temas de relevancia que puedan servir al autor como argumento de autoridad y que resulten más convincentes.
2.     Los mitos traspasan época y todo el mundo tiene referentes  de ellos o puede llegar a tenerlos, teniendo así una significación determinada.
3.     Acercando los mitos a los hombres actuales, los convierten en más reales.
4.     Los mitos son fuentes inagotables de poesía.

Las tragedias que hemos mencionado con anterioridad, pese a tener evocaciones a la Antigua Grecia, están escritas en un estilo totalmente moderno. Además, algunos aspectos puros de la tragedia clásica como es el coro, ahora ha desaparecido. Pese a ello, los argumentos son puramente clásicos.
Aunque son muchos los elementos clásicos que comparten estas obras con las grecolatinas, los autores se esfuerzan por introducir rasgos que los caractericen y, de cierta forma, los sitúen en una época moderna y, para ello, se valen del lenguaje.
Quizás si estos dramaturgos no hubiesen tomado como referencia los mitos clásicos, no hubiesen sido capaces de representar algunas de las problemáticas que asolan a la Humanidad desde el principio de los tiempos.

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