Características del
sistema educativo espartano.
El objetivo primordial del sistema
educativo espartano era formar unos ciudadanos preparados para luchar en
cualquier momento. Será, por tanto, una educación de índole militar y cívica
donde los contenidos sobre educación física primarán sobre los más
intelectuales, sobre todo en época clásica.
Los deportes hípicos y, sobre todo el
atletismo, serán la seña de identidad de
las enseñanzas deportivas en Esparta, cuna de grandes atletas olímpicos. Una de
las características de esta práctica es que la llevaban a cabo con sus cuerpos
desnudos y cubiertos con un linimento. Por otro lado, las enseñanzas más
intelectuales venían representadas por la música, sobre todo la danza y la
lírica coral. Estos contenidos artísticos servían para poner en alza el valor
patriótico de la educación espartana.
Sin
embargo, hacia mitad del siglo VI a.C. Esparta comenzó a estancarse en el
ámbito cultural y, por tanto, también en el plano de la Educación. Esto se
debió, entre otros aspectos, a que dieron la espalda a las artes, centrando su
educación únicamente al plano militar, tornándose así más violenta y cruel y
formar así a los mejores hoplitas.
El sistema educativo espartano se
caracterizaba por la agogé que era un
periodo entre los siete y los veintiún años donde el menor pertenecía al Estado
en un proceso de extremada dureza donde la disciplina y el adiestramiento serán
claves en esta forma de educación colectiva entre iguales.
Por
otro lado, es significativo que mencionemos el carácter maquiavélico y déspota
con el que se adiestraba a los jóvenes espartanos. La mentira, el robo y el
disimulo eran contenidos bien aprendidos y asimilados durante la agogé. Es, por tanto, el reflejo
totalitario donde sólo los más fuertes sobreviven, por lo que deberán adaptarse
al sufrimiento pasando por pruebas de extremada dureza que forjarán en carácter
obediente y combativo de los espartanos.
La mujer espartana.
Para entender la educación de las mujeres en Esparta, deberemos plantear
algunas de las diferencias clave con respecto a la mujer ateniense. Para ello
será necesario que hagamos referencia a algunos textos clásicos donde se nos da
información de cómo era el mundo femenino espartano, aunque siempre teniendo en
cuenta que los textos serán únicamente producidos por autores atenienses y no
espartanos.
Podemos tomar en primer lugar La República de los Lacedemonios de
Jenofonte, donde nos explica cómo la mujer espartana vivía volcada al exterior.
Estas mujeres eran adiestradas para la carrera y la lucha al igual que los
hombres, de ahí sus cuerpos tan fibrosos y, en ocasiones, extremadamente
masculinizados. Esta desnudez atlética les servía como forma de incitación al
matrimonio: mostrando sus cuerpos desnudos, hacían ver su capacidad para
resistir un embarazo y para dar a luz una descendencia fuerte y vigorosa.
Por otro lado, es significativo que
menciones algún texto de Plutarco como la Vida
de Licurgo donde se nos muestra el ritual de matrimonio, entre otros
asuntos. La mujer espartana era raptada, rapada y vestida de hombre antes de
ser violada sobre un jergón. Además añade que los encuentros entre esposos eran
clandestinos, puesto que el único encuentro de la práctica sexual era la
procreación. Esto posibilitaba que estuviese permitido acostarse con esposas de
otros espartanos siempre y cuando se asegurase la descendencia. Una vez más, se
nos presenta, al igual que el caso ateniense, a la mujer como instrumento de procreación.
En este caso, Plutarco habla de que la mujer espartana es una potra
reproductora, un vientre fecundo para el mejor semen.
Por lo tanto, pese a que consideran
que la mujer debe ser educada en iguales condiciones que el hombre, siguen
relegándola a la maternidad como única función a desempeñar, al igual que hacía
la sociedad ateniense.
La educación de las mujeres.
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Los estudios de música
ayudaban a crear un espíritu autocrítico
y competitivo cuyo objetivo eran las represen-taciones públicas de los coros
(Alcmán, PMG 1, 97-99). Estas informaciones las obtenemos a partir de textos de
autores de la época, como es el caso de Alcmán, poeta que vivió en Esparta
durante el S. VII a. C. Un ejemplo de esta educación son los coros y, con más
precisión, los coros femeninos.
En
la formación coral, el poeta era el educador del alumnado, ya fuese femenino o masculino,
aunque se ejercitaban por separado, la educación musical femenina era una copia
de la masculina. La mayor diferencia entre unos y otros es que la persona que
los dirigía era de diferente edad y de diferente sexo, además de recibir otro
nombre: en el caso de los varones, era el eirene;
y en el
caso de las mujeres era la choregos.
Sin embargo, el poeta será siempre el
director, compositor y educador (Rodríguez, 2014, 39). Por otro lado,
algunos autores indican que los coros suponen una pervivencia del poder
femenino.
Los
coros eran un halo de relativa libertad para las espartanas donde subsistía la
presencia social de éstas; es decir, los coros eran el ámbito donde la mujer
intervenía en la sociedad de Esparta como resquicio de un antiguo “matriarcado”
mientras que el control del Estado era dominado por los hombres a pesar de que
las mujeres tenían muchísima influencia en las decisiones de sus maridos. (Toynbee, 1969, 362).
Es
decir, los coros suponían el espacio en el que las mujeres espartanas podían
mostrarse en sociedad con cierta libertad, mostrado así su funcionalidad social
y que están preparadas para convertirse
en mujeres. (Rodríguez, 2014, 40).
Por tanto, la educación musical en el
seno de un coro, forman parte de la educación espartana, legitimando así un
orden social en el que las mujeres también participan valiéndose de la
competitividad como recurso:
Hagesícora
está ahí.
Pero Agido,
la segunda en belleza, tras ella,
Corre
como un corcel escita junto a uno lidio.
Porque con nosotras, que a
la Aurora
Le
llevamos el arado ritual,
Compiten las Pléyades que
surgen
Cual la estrella de Sirio
en la noche divina.
(Alcman, PMG I, 56-57)
Vemos
en este texto la importancia, también en el ámbito femenino, de la educación física y deportiva. Estas
enseñanzas suponen una preparación del cuerpo femenino para el parto y para
concebir hijos más sanos y fuerte. Además, tiene cierta significación erótica,
ya que se presentan casi desnudas ante los hombres, como mercancía en un puesto
del mercado, y mostrar sus “encantos” a los hombres allí presentes. El
entrenamiento físico de las muchachas espartanas en los gimnasios de la ciudad
tendría como uno de sus objetivos principales estimular eróticamente a los
jóvenes, con la vista puesta en el
matrimonio
y en la procreación de hijos. Esto nos conduce a referirnos a dos cuestiones
muy debatidas: la promiscuidad de los sexos durante la práctica del deporte y
la supuesta desnudez de las muchachas espartanas cuando realizaban sus
ejercicios, pero sería motivo de otra línea de investigación que aquí no va a
ocuparnos.
Retomando
la importancia del deporte en la educación femenina espartana, vemos cómo ya
Plutarco nos habla de ello indicando que Licurgo ordenó que el sexo femenino ejercitase su cuerpo no
menos que el masculino. Es por ello que entre estas disciplinas deportivas
que practicaban las espartanas se encontraba la carrera, el salto, diferentes
pruebas de atletismo como lanzamiento de jabalina y de disco, saltos… prueba
que se denomina pentathlon, aunque el deporte más extendido entre las
espartanas fue, sin duda alguna, la carrera, también utilizada como ritual.
Puesto
que realizaban unos entrenamientos similares, cabría la posibilidad de
plantearnos si los entrenamientos se realizaban conjuntamente hombres y mujeres
o se realizaban por separado, puesto que uno de los fines era el erótico. No se
tiene constancia de ello, sin embargo, sí se sabe con certeza que las jóvenes
utilizaban los mismos espacios de entrenamiento que los muchachos y que,
generalmente, los entrenamientos los realizarían vestidas aunque con ropajes
muy escasos, quedando la desnudez relegada a situaciones puntuales, como nos
indica Plutarco sobre las órdenes que estableció Licurgo:
(…) eliminando
toda forma de molicie, educación sedentaria y feminidad, acostumbró a las
muchachas no menos que a los muchachos a participar desnudas en procesiones y a
cantar y a bailar en algunas festividades religiosas, estando presentes los
jóvenes como espectadores…La desnudez de las doncellas no tenía nada de
indecoroso, ya que estaba presente el pudor y ausente la incontinencia.
(Plutarco, 2010, 14).
Esta
característica de la desnudez en el deporte femenino, fue algo que escandalizó
a los atenienses, por lo que describirían o representarían a las mujeres
espartanas siempre desnudas, para acentuar lo indecoroso y escandaloso que
suponía esa situación para la mujer y, más aún, siguiendo los ideales de la
modélica Atenas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
· Cepeda
Ruiz,j (2004), “La mujer en Esparta, épocas arcaica y clásica”, M.I. DEL VAL
(ed), La historia de las mujeres: una
revisión historiográfica, Valladolid, Universidad de Valladolid
Mosse, C. (1990), La mujer en la
Grecia clásica. Madrid.
· Rodríguez
Alcocer, Mª del Mar (2014) “Alcmán y la educación femenina espartana: coros y
deporte” en Antesteria Nº3, Madrid,
Universidad Complutense de Madrid.
· Villa,
J. de la (2004), Mujeres de la Antigüedad,
Madrid.
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