lunes, 27 de junio de 2016

MALA GENTE QUE CAMINA Y VA APESTANDO LA TIERRA



En la Generación del 98 el tema de España es central. Los noventayochistas nunca abandonaron su intensa preocupación por el país. Rechazan el ambiente político del momento y denuncian, sobre todo en su juventud, el espíritu de la sociedad: su ramplonería, su apatía, su parálisis... En cambio, exaltan, especialmente en su madurez, una “España eterna y espontánea” ; de ahí su interés por el paisaje y la vida de los pueblos y por lo que hay de permanente en su historia.
Las tierras de España fueron recorridas y descritas por ellos con dolor y con amor: junto a una mirada crítica que descubre la pobreza y el atraso, encontramos, cada vez más, una exaltación lírica de los pueblos y el paisaje; sobre todo de Castilla, en la que ven la médula de España. Su atracción por lo austero de las tierras castellanas inaugura una nueva sensibilidad, una estética de la pobreza.
Por lo que respecta a la historia, si al principio rastreaban  en el pasado las raíces de los males presentes, cada vez más bucean en ella para descubrir los valores permanentes de Castilla y España, sus “esencias”. Es muy significativo que, por debajo de la historia externa (reyes, hazañas...), les atrajera lo que Unamuno llamó la intrahistoria, es decir, “la vida callada de los millones de hombres sin historia” que con su labor diaria ha hecho la historia más profunda.
Por último, en los hombres del 98 el amor a España se combina con un anhelo de europeización, muy vivo en su juventud. Con el tiempo, dominará en casi todos una exaltación casticista.
           Las preocupaciones existenciales ocupan un lugar central en la temática noventayochista. Hay que situarlas en la crisis de fin de siglo. Encontramos en estos escritores ese malestar vital, esa desazón “romántica” que vimos en los modernistas. Así, ellos o sus personajes se interrogan sobre el sentido de la existencia humana, sobre el tiempo, sobre la muerte, etc. Y son frecuentes los sentimientos de hastío de vivir o de angustia.



He aquí uno de los Cantares que Machado compuso es ese momento y que, desgraciadamente, hoy más que ningún otro día, sigue estando presente en mi cabeza:



HE ANDADO MUCHOS CAMINOS


He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancòlicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...


Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adònde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.


Antonio Machado

martes, 21 de junio de 2016

EL AMOR LÉSBICO EN EL PROYECTO EDUCATIVO DE SAFO

Consideramos interesante retomar la equiparación que Marrou realiza entre el amor sáfico y el amor pederástico platónico para justificar que nada tienen que ver el uno con el otro e iniciar así nuestra explicación:

El amor sáfico no ha experimentado aún en ella la trasposición metafísica que la pederastia sufrirá en Platón, convertida en una aspiración del alma hacia la Idea: sólo es, todavía, una pasión humana, ardiente, frenética. (Marrou, 1985, 56)

Este amor lésbico se ve como un reflejo divino en la naturaleza humana y no como algo obsceno, caracterizando así toda su lírica. Al igual que los ideales de belleza del momento, Safo recurre a las características físicas y morales de tres de las diosas del Olimpo: Afrodita, Artemis y Atenea para definir las formas corporales a las que respondería toda mujer del momento.



     El tipo Afrodita sería una mujer pasional y sensitiva en la que predominarían los sentimientos, el deseo, el gozo y el amor. El tipo Artemis se caracterizaría por un predominio de los afectos; mientras que el tipo Atenea sería más intelectivo, un sentimiento amoroso más intelectualizado. Sensibilidad, energía e inteligencia eran, por tanto, los rasgos que debían combinarse a la perfección en toda mujer que fuese apta para este amor lésbico y que, parece ser, Safo lo cumplía a la perfección.

Conocemos el nombre de algunas de sus amadas a través de las odas que les dedicó, normalmente, antes de que abandonasen la escuela para contraer matrimonio: Anágora, Eunica, Gongila, Eranna, Telesipa, Andrómeda, Megara, Gorgo... pero su alumna favorita siempre fue Atthis, a quien dedicó El Adiós a Atthis:


Vete tranquila.
No te olvides de mí porque sabes, debes saber, que yo estaré siempre a tu lado.
Y si no quieres saberlo, te recordaré lo que tú olvidas:
muchas horas felices pasamos juntas;
han sido muchas las coronas de violetas, de rosas, de flor de azafrán
y ramos de eneldo que junto a mí te ceñiste.

Han sido muchas las veces que bálsamo de mirra y regio ungüento,
derramaste sobre mi cabeza. Yo no podré olvidarlo y tú, tampoco.
Igual a los dioses me parece el hombre dichoso que te abraza
y te oye en silencio con tu voz de plata y tu sonrisa risueña…
Cuán cara y hermosa era la vida que vivimos juntas.

Pues entonces, con guirnaldas de violetas y dulces rosas cubrías junto a mí tus rizos, ondeantes.
Y con abundantes aromas preciosos y exquisitos ungías tu piel fresca y joven en mi regazo y no había colina ni arroyo ni lugar sagrado que no visitáramos danzando…
         


Este tipo de relaciones, como ya hemos mencionado con anterioridad, pretendían servir de apoyo educativo a las mujeres que, una vez casadas, no tendrían la posibilidad de demostrar afectividad hacia sus parejas e, incluso, hacia sus hijos. Es en este ámbito sáfico donde estaba permitido el amor lésbico y del que Safo da cuenta en sus versos.

lunes, 20 de junio de 2016

LO QUE ME HACE FELIZ

          En realidad yo siempre he pensado que lo que realmente me ha hecho feliz en este mundo ha sido, desconectar de él. 



         Yo tengo mis propias maneras: leer, suelo leer libros como por ejemplo, cazadores de sombras, el señor de los anillos, Harry Potter; me gustan estas sagas por qué son irreales y es lo que más me gusta. Me gusta escuchar música como por ejemplo, Nirvana, Green day, Pearl Jam, Soundgarden… También me ayuda a desconectar ver alguna serie, mi favorita es American horror story. En definitiva lo que me hace feliz es desconectar. 

Aunque con toda sinceridad: La felicidad está en la ignorancia.



Lucía García 2º F

viernes, 17 de junio de 2016

¿QUÉ HA DESPERTADO EN MÍ "LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS"?

La verdad, es que hay que decir que esta película es muy dura. Yo creo que por lo menos hay que verla una vez en la vida para que te haga valorar lo que tienes y empieces a pensar en ello. Básicamente, lo que ha despertado en mí, ha sido la empatía. En todo momento, me he puesto en su lugar y me preguntaba: ¿y si me hubiera pasado a mí?, ¿y si hubiera sido la hermana menor?, ¿cómo lo hubiera afrontado?, ¿podría yo sola con esa carga (siendo la hermana mayor)?, ¿seguiría teniendo esperanzas de vida o no me esforzaría en vivir?...
En verdad, siento pena por aquellos que han tenido que pasar por esto o lo están pasando; porque, desgraciadamente, en el mundo siguen existiendo estas horribles guerras.
Estoy segura de que si existieran las lámparas mágicas con genios y sus tres deseos, un deseo que quisiera que se cumpliese, sería la paz eterna y el fin de las guerras.


Laura Muñoz 2º ESO F




LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS


Tras visualizar La tumba de las luciérnagas en clase, les propuse a mis alumnos que pensasen en cómo se habían sentido al ver la película, qué emociones se habían movido en su interior y cómo se sentían tras haberla digerido. 
Sin duda alguna, todos han coincidido en que es una película dura pero que todo el mundo debería de ver.  
Aquí va uno de las reflexiones que ha redactado Míriam Soler:




Ver esta película me ha hecho darme cuenta de lo afortunados que somos y lo poco que lo agradecemos. No nos damos cuenta de que en otros lugares del mundo lo están pasando muy mal, ya sea por guerras o por falta de dinero. 

Es muy triste que vivamos como en una pequeña burbuja sin darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. Sí, las guerras salen en televisión o se habla de ellas en la radio, pero yo creo que hasta que no nos pasara a nosotros no nos daríamos cuenta de lo importante que es. 

Solamente espero que algún día podamos responder a estas preguntas: ¿por qué han tantas guerras? ¿por qué no hay suficiente comida en el mundo para todos? ¿Por qué no hay atención médica en los países más necesitados?


jueves, 16 de junio de 2016

LECTURAS OBLIGATORIAS

He escogido este tema porque quería dar mi opinión en concreto sobre la respuesta a estas preguntas: ¿Las lecturas tienen que ser las mismas durante todos los años? ¿Por qué esos libros y no otros?

Bajo mi punto de vista, que experimento como estudiante, creo que hacer que leamos libros es esencial. Es algo que nos saca de nuestros problemas. Pero, no estoy de acuerdo en obligar a leer ciertos librosobligatorios en concreto, porque algunos de estos no son de nuestro agrado y no ayudan a fomentar la lectura, que en mi opinión es el objetivo.




Yo pienso que nosotros deberíamos elegir, al menos, dos o tres libros en secundaria. Sé, que los libros clásicos además de  famosos como “Romeo y Julieta”, deben de leerse. Pero, por ejemplo,“El galeón perdido” a mí, personalmente, me amargó la lectura. En cambio, a mi hermana mayor le encantó. Es más, su libro obligatorio fue la segunda parte, “El retrato de Carlota”, y como le gustó tanto se compró de forma opcional la primera parte. Son distintas opiniones de estudiantes.

También, creo que podían hacer algo para solucionarlo como por ejemplo, dar una lista con distintos libros y distintos géneros y de ahí leer una cierta cantidad. Esta sería una forma de que nosotros pudiéramos elegir según nuestros gustos pero dentro de un límite.

En conclusión, creo que se debería cambiar la forma de plantear las lecturas obligatorias para poder conseguir el fomento de la lectura.

EVA ENCABO

2º ESO F

miércoles, 15 de junio de 2016

EXÁMENES POÉTICOS

Siempre he mantenido la idea de que hay millones de formas de evaluar el proceso enseñanza- aprendizaje y que no sólo son útiles los tan temidos exámenes (también por las profes que después tenemos que corregir y calificar). Así pues, ayer el grupo de 2º ESO en el que imparto Lengua y Literatura, tuvieron un EXAMEN GLOBAL, en donde una de las cuestiones más importantes era crear un texto lírico.

En esta ocasión, les invité a subirse a la nave de Ulises y vivir, en parte, una de las aventuras de su Odisea. En esta ocasión, nos sirvió una adaptación de un texto narrativo sobre el episodio de las sirenas.

¿Y qué sucedió? Sucedieron cosas maravillosas como estas:



El mar adornado con barcos,
con música de las sirenas.
Ulises, junto al mástil atado, 
grita con todas sus fuerzas.

Los marineros reman sin control
huyendo de ese lugar.
En cada remada dejan el corazón
en el barco, en el mar...

A Ulises no le quedan fuerzas.
Pide, por favor, que lo desaten, 
que le quiten las cuerdas...
¡Y que las sirenas no canten!

Los marienros no lo escuchan,
siguen remando sin parar.
¡No se quedan mudas,
cantan sin parar!

Paula Lahoz




¡Oh, qué bellas canciones!
¡Levantan el ánimo a todos aquellos
que las mencionen!
Si por mí fuera,
estarían hasta en los aviones.

¡Oh traicioneras sirenas!
¡Malvadas brujas!
Al mar quieren que te caigas
si no las escuchas...

Claudia Soravilla



¡Escuchadlas!
Es como volar,
como el aolor a azahar.
Cantad conmigo
esta canción,
compañeros míos.

¡Sirenas, nadad!
Y llevadme a aquella isla,
llevadme al paraíso.
¡Llevadme con vosotras!

Eva Encabo



Y yo oía esos cánticos,
sí; esos cánticos que emprendían
dulzura y pasión-
¡Oh, pobre de mí!
No pude escuchar cona tención,
mas mis compañeros decías:
-¡Remad, remad!
¡Y al final podremos llegar!

Laura Muñoz




Un fino hilo de voz
entraba por mis orejas.
Eran ellas: las sirenas.
Nadie las podía escuchar
excepto yo, atado a este mástil.

Cada vez más débil.
Gritaba sin control:
-¡Soltadme, debo huir allí!
Mis compañeros me ataban 
más fuerte...
Las cuerdas me atrapaban.

Lucía García


Yo, Odiseo,
a las sirenas escuchar,
tengo de culpa un sentimiento
al privarles del agrado
de este hermoso cantar.

Mas no lo es tanto al recordar:
¡de manos y pies estoy atado!
¡Sin poder ni respirar!

Por su canto es admirado
y por su melodía.
¡Me siento enloquecido
al no poder quedarme más!
Pues navega mi navío.

Víctor Modrego

martes, 14 de junio de 2016

EL MODELO EDUCATIVO DE SAFO DE LESBOS

La escuela sáfica contaba como alumnas con muchachas jóvenes de unos quince años de edad cuya formación perseguía el culto a las divinidades, era, por tanto,  un internado de tipo religioso iniciático. Este lugar se conocía como “La morada de las discípulas de las Musas” y en ella se desarrollaba una educación superior en un régimen de vida comunitaria que se presenta jurídicamente bajo la forma de una cofradía religiosa (Marrou, 1985, 55). Esta organización era algo similar a los internados de monjas más próximos a nuestros tiempos.
  


      En estos centros educativos- internados, entraban y salían numerosas chicas y, sólo unas pocas de ellas, se quedaban y pasaban algo así como un periodo de noviciado para profesar con posterioridad en la Orden, por supuesto, con una aportación muy generosa.
Este modelo no fue único en la Isla de Lesbos, ya que existieron de forrma coetánea en otras partes de Grecia, como es el caso de las Pitias. Posteriormente aparecieron instituciones similares en Roma como fue el caso de las Vestales; o en las antiguas civilizaciones mesopotámicas que llegaron, incluso, a ejercer un tipo de prostitución sagrada que se extendió también a la Hélade.
         
Pese a ello, el modelo sáfico no deja de tener alguna peculiaridad que nos gustaría comentar en este apartado del trabajo. Safo intenta transmitir un ideal de belleza cuya pretensión es que las jóvenes alcancen la Sabiduría, todo ello a través de las artes. De esta forma, se practica la danza colectiva, la música instrumental y  particularmente la noble lira, así como también el canto (Ibídem, 56). Puesto que está estrechamente vinculada con la religión, se aprovecharán todos los actos, ceremonias o rituales religiosos para demostrar sus conocimientos aprendidos en esta escuela.
No sólo la música será esencial en su formación, como también lo será en los diferentes modelos educativos del mundo griego, sino que la práctica de los deportes atléticos será esencial para alcanzar este ideal de belleza sáfico.
Sin embargo, lo que más curioso puede resultarnos es la educación erótica que se impartía en esta escuela. No debemos olvidar el contexto en el que vivió Safo y que se trataba de una mujer, por lo tanto, su único cometido era contraer matrimonio y asegurar una descendencia sana. Esta educación ayudará a ello, sobre todo con el conocimiento de las artes amatorias. Así que, una vez más, deberemos dejar a un lado los prejuicios occidentales modernos para poder entender mejor sobre qué versaban estas enseñanzas. Esta preparación tenía otro objetivo claramente definido que consistía en la preparación matrimonial de las pupilas incluyendo, probablemente, las prácticas homosexuales entre ellas; algo habitual, por otra parte, en los ritos iniciáticos entre mujeres.



La lesbia educaba a sus alumnas para la relación heterosexual dentro de un matrimonio estable y para desenvolverse en una sexualidad de femenina más abierta y completa.
                    Comprendamos, por tanto, que Safo de Lesbos era una mujer griega, más exactamente de las Islas Jonias, en época arcaica, con una mentalidad de la Grecia Arcaica y no de nuestro tiempo y que su modelo educativo tiene que ver mucho más con los internados religiosos de la actualidad que lo que nos imaginamos, aunque teniendo presentes las divergencias entre la religión politeísta de la época arcaica y la religión católica, con un carácter más retrógrado que la primera. En este sentido deberíamos relacionarlo con los comentarios que se vertían en la época en Atenas acerca de las jóvenes que recibían esta educación. Bajo los parámetros atenienses, a estas mujeres se las relacionaba con la prostitución, más exactamente con las hetairas, por no considerar a este el modelo de vida femenino:

Estas prostitutas de alto nivel  solían ser mujeres extranjeras que, aunque comenzasen siendo esclavas, podían acabar comprando su libertad. Su belleza era un rasgo clave para distinguirlas, además de que poseían una alta formación académica que adquirían desde niñas en casas de otras hetairas que ya no podían ejercer. (…) su sabiduría no sólo se centraba en el arte amatorio y en los buenos modales, sino que recibían clases de filosofía, música, etc. Que se complementaban con que solían frecuentar simposium donde tenían contacto con intelectuales de la época. (Barrio, 2015, 17)

lunes, 13 de junio de 2016

QUIÉN FUE SAFO DE LESBOS

      Todavía hoy son muchos los datos que conocemos sobre la poeta Safo de Lesbos que fue considerada en el mundo griego como “La décima musa”. Nació en la aldea de Eresos, en la isla de Lesbos. Aunque su fecha de nacimiento también se desconoce, se cree que nació entre los años 630 y 612 a.C.
          Creció en el seno de una adinerada familia que se dedicaba al comercio y que, muy pronto, se trasladaría a Mitilene. Tras el fallecimiento de su padre en una contienda bélica contra Atenas, Safo se hace cargo del negocio paterno, alcanzado su máximo esplendor.
          En este sentido, debemos aludir a la situación tan diferente que vivía la mujer en las Islas Jónicas con respecto a Atenas: aquí contaban con los mismos derechos que el hombre. Además, al encontrarse en un punto comercial estratégico, el influjo de otras culturas posibilitó un aperturismo y una mayor libertad que permitió que las muchachas tuviesen acceso a la cultura ya la educación y algo de peso en la vida social del momento. Por este motivo, Safo fue muy criticada en el mundo ateniense ya que no se concebía una mujer con tanta independencia y cultura al no ser que se tratase de una hetaira.
          Esta libertad, también política, posibilitó que participase activamente en luchas políticas que acabaron en el exilio forzoso a Siracusa, donde se casó con un mercader llamado Kerkilos y con quien tuvo a su hija Cleis. Este periodo también le sirvió para enriquecerse culturalmente y desarrollar su vida intelectual, situándose así en el epicentro cultural y artístico de la ciudad siciliana.
Sin embargo, su vida matrimonial pronto llegaría a su fin ya que su marido falleció. De esta forma, Safo pasó a ser la única heredera de una gran fortuna.


          Safo pudo volver a Lesbos seis años después de su destierro y fue entonces cuando fundó en Mitelene una academia educar a muchachas en arte, danza, canto, literatura ya artes amatorias. Amó tanto a mujeres como a hombres, algo que a nosotros actualmente nos sorprende, pero era una práctica habitual y aceptable tanto en el mundo griego, como romano. En su poesía cantó su amor hacia las mujeres sin recato alguno. Esto provocó, que muchos siglos después fuera mal vista y se hablara de ella de forma despectiva sobre todo en el mundo cristiano, donde las prácticas homosexuales son mal vistas.
            De sus números relaciones amorosas, se acuñó el término de safismo o lesbianismo, para referirse a las relaciones con mujeres.  Una de estas historias fue la que vivió con Atthi, a quien le dedica un poema titulado El adiós a Atthi cuando la joven abandona la academia para casarse.
De la obra poética, que nos queda de Safo, destacan las poesías dedicadas a las mujeres y alguna a sus tres hermanos. Escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero se conservan una mínima parte de ellos. Escribió sus obras en el dialecto aeólico y sus poemas alcanzaron una gran difusión en el mundo griego, romano y bizantino dejando una estela en las composiciones de Teócrito, Horacio o Catulo. Este último copió uno de sus poemas casi al límite como bien podemos observar a continuación:
Me parece igual a los dioses ese
hombre que ahora está frente a ti sentado,
y tu dulce voz a tu lado escucha
mientras le hablas
y tu amable risa; lo cual, te juro,
en mi pecho el alma saltar ha hecho:
pues te miro apenas y mis palabras
ya no me salen,
se me queda rota la lengua y, suave,
por la piel un fuego me corre al punto,
por mis ojos ya nada veo, y oigo
sólo un zumbido,
me destila un frío sudor, y entera
un temblor me apresa, y cual la paja
amarilla estoy, y mi muerte siento
poco alejada.
Pero todo habrá que sufrirlo, incluso...
Safo



Aquél me parece igual a un dios,
aquél, si es posible, superior a los dioses,
quien sentado frente a ti sin cesar te
contempla y oye
tu dulce sonrisa; ello trastorna, desgraciado
de mí, todos mis sentidos: en cuanto te
miro, Lesbia, mi garganta queda
sin voz,
mi lengua se paraliza, sutil llama,
recorre mis miembros, los dos oídos me
zumba con su propio tintineo y una doble noche
cubre mis ojos.

El ocio, Catulo, no te conviene,
con el ocio te apasionas y excitas demasiado:
el ocio arruinó antes a reyes y
ciudades florecientes.
Catulo

          Su poesía se caracterizaba por una gran sencillez expresiva, intimismo y una poderosa subjetividad con la que plasmaba sus sentimientos amorosos más profundos. Supuso una gran innovación en la lírica del momento ya que creará una nueva estrofa que, posteriormente, será denominada estrofa sáfica, además de numerosas innovaciones en la lírica monódica. Y aunque la mayor parte de su obra poética no ha llegado hasta nosotros, sabemos de su prolífica producción literaria a través de numerosas citas de autores antiguos.
          Sabemos de cómo era físicamente Safo de Lesbos a través de unos versos del poeta Alceo de Mitilene, con quien  también mantuvo una relación amorosa. La describe teniendo en cuenta tres rasgos: dulce sonrisa, pureza, azulados rizos…¡Safo!
                   
Esta descripción poética ensalza no sólo los rasgos físicos de la milesia, sino que se podrían llegar a relacionar con sus cualidades personales. El que poseyese un cabello negro muy oscuro  y una piel muy blanca, era un rasgo genético muy infrecuente en las gentes europeas de la época, por lo que debía de resultar muy llamativa.
En cuanto al rasgo de su sonrisa, se nos dice de ella que es dulce, por lo que se puede relacionar con una expresión suave ya legre, algo delicada. Resulta significativo que sólo se nos mencione de su rostro la sonrisa y ningún otro rasgo más, por lo que podemos pensar que esa dulzura se reflejaba en el rostro entero.
Por último, la calificación de pura supone el contrapunto a todas las opiniones vertidas por sus detractores. Alceo nos presenta a Safo como una mujer con un comportamiento irreprochable que nada tiene que ver con lo que de ella se dice.

          Pese a carecer de mucha información, lo que está claro es que la obra de Safo de Lesbos resultó revolucionaria en su momento y todavía hoy lo sigue pareciendo. Es lo contrario a la poesía masculina, que representa el mundo dominante, lo heroico, lo violento, un estado patriarcal donde la mujer y sus sentimientos no tienen cabida. Todo esto será lo que intentará inculcar a las jóvenes que acudan a su academia hasta el año 570 a.C, fecha en la que se data la muerte de “La décima musa”.